"Bellisima y feliz.......... feliz porque se va a casar con Rogelío. No Jesús, no puedes arruinar su felicidad. Tienes que respetar su decisión. Olvidarte de ella" Jesús en estado puro.
El cierre de la puerta saca a Alma de su ensimismamiento, mientras Jesús se aleja cabizbajo y lleno de dolor. Alma reafirma su decisión de buscar a Jesús y decirle que lo ama. Pero oh! en su carrera aparece su padre, Sebastian, que no impedirá que Alma busque a Jesús, pero si la retrasará lo suficiente para encontrarlo en el peor momento. Sebastian intenta presionar a su hija con sus palabras, recordandole todo lo que le deben a Rogelio e intuyendo las intenciones de Alma. Pero Alma está decidida y por primera vez se deja llevar por su corazón y no por la cabeza y la razón. Desoyendo a su padre echa a correr en busca de Jesús.
Y mientras Alma busca desesperada a Jesús, él se reúne con su princesa Valentina y Verónica, que le tienen una sorpresa. A pesar de su tristeza Jesús siempre tiene una sonrisa para su hija, aunque Vero si intuye algo que le ocurre. Pero Jesús intenta disimular diciéndole está bien, su tristeza es evidente.
En su afán de reconquistar a Jesús, Vero le prepara una sorpresa. Pero más que sorpresa es una encerrona, y para ello se vale de la inocencia y el amor de Valentina por su papá. Le compra un anillo y una carta escrita por Valen pidiéndole se case con su mamá. La carita de Jesús es todo un poema, por un lado una proposición que no quiere, puede ni debe aceptar y por otro ver la ilusión de su hija con esa posible boda. Verónica para echar más leña al fuego, le dice a Jesús que lo ama y lo besa ante los gritos de alegría de Valentina
Tras su búsqueda de Jesús, Alma por fin lo encuentra, en la peor situación inaginable. Alma presencia toda la escena, beso incluido, y rompe a llorar ante lo que ha oído y visto, pero lo que Alma no ve es la mirada de reproche de Jesús a Verónica por meter a su princesa por medio y huye desolada.
Jesús lidía muy bien con su princesa que espera el "si" de su papa y otro beso, pero Jesús no quiere ni engañarla ni ilusionarla, por eso trata de calmarla y poniéndole su dedo en su boquita la hace callar y dulcemente la pide espere a que hable con su mama.
Jesús aparta a Vero y le recrimina haya metido a Valentina en sus cosas, y ¡vaya con Vero! pretende hacer creer a Jesús la idea fue de Valentina, pero a Jesús no es fácil de engatusar y le recuerda solo es una niña y no tiene esos alcances. La verdad las conversaciones son muy naturales, muy autenticas, con frases no tan......... digamos "telenoveleras" y eso es de agradecer. Jesús está halagado, pero era lo que le faltaba al pobre en un día como ese. Acaba de renunciar a su Alma para siempre, y Vero le propone matrimonio. Y como él mismo dice "está en un momento muy complicado de su vida" Quizás lo fácil y recurrente es que Jesús aceptase o al menos dudase en aceptar, pero lo maravilloso de este personaje es que hasta en las circunstancias más adversas se mantiene fiel a si mismo.
Y mientras Jesús rechaza a Veronica, Alma llora desconsolada en su habitación, recordando los besos que se dieron. Y lo peor es que Sebastían, su propio padre, se empeña en hacer leña del árbol caído, para asegurar se celebre la boda. Daña a su propia hija diciéndole que no tiene derecho a destruir la felicidad de una niña inocente, y que Jesús su hija y la madre son una familia, ¡sabrá él lo que es una familia! y recordandole donde está su sitio, con Rogelio. Alma se ve obligada a obedecer a su padre, que la ordena se retoque el maquillaje, que él mismo la llevará al altar. Pero eso no impide que Alma llore más que nunca por lo que pudo ser, y no será.
Jesús llega a la boda iniciada la ceremonia, es todo un poema. Un alma en pena. Y para más problemas se ve obligado a sentarse junto a Veronica, ante la mirada de Elías. Alma presintiendo su llegada echa la vista atrás. Jesús está a un paso de la lagrima, y con su expresión y su mirada así se lo quiere decir.
El día va a ser mucho más dificil para Jesús de lo que imaginaba. El cura le pide salga a leer la carta de los corintios. En un momento muy muy amargo para Jesús, fue simpático el intercambio de señales de "si" y "no" entre Jesús y el sacerdote. Pero finalmente Jesús no puede negarse y menos con su princesa animándole a salir.
¡¡Con que pena, dolor y sentimiento lee! Hablando del amor. Ambos se miran con las emociones de su amor a flor de piel. "El amor todo lo soporta" termina Jesús, y él está dispuesto a soportarlo todo por su Alma, hasta verla casar con otro.
Llegado el momento de dar el "si acepto" Rogelio responde de inmediato, pero Alma...........................Jesús en silencio responde por ella con un ligero movimiento de cabeza, NO. Mientras Rogelio impacientándose y desesperado le dice al cura "si acepta" Pero esté le dice debe ser ella quien lo diga. El momento se hace eterno, pero armándose de valor, orgullo y dignidad pronuncia "si padre, acepto", y el mundo de Jesús ahora si se derrumba por completo, el último hilo de esperanza se desvaneció y él se deja caer abatido en la silla. Todo alrededor es felicidad, pero Jesús está sumido en la más absoluta tristeza. Y nadie como D. Fernando Colunga para trasmitirla.
Por unos segundos la licenciada Delia no impide lo que él destino ya había decidido, y llega a detener a Rogelio. Se arma un escándalo tremendo. Alma sin entender nada y Patricia, que en silencio ha sufrido lo mismo que Jesús, se pone en evidencia agarrando a Rogelio cuando se lo llevan. Es Jesús quien le pide se calme y se controle, haciéndola sentar en una silla. Se la ve más afectada que a la propia Alma, que más que afectada está contrariada.
Jesús, a pesar de su dolor y de haber perdido a Alma, que ahora es la Sra de Rivadeneira, muestra una vez más siempre va a estar a su lado. Ella le agradece tenerlo cerca, pero esta vez está Sebastian para impedir un nuevo acercamiento entre ellos. Jesús lo capta enseguida y se resigna a no poder consolar a su Almita.
Pero la vida sigue y Jesús seguirá al pendiente de su jefa, apoyándola en todo. Aunque eso le haga hablar de más y enredarse solo en su palabras, que es una delicia verlo. Jesús decide regresar con Alma a Monterrey, y dispone todo para su regreso. Incluso hablar con Valentina para que se quede una noche más en Acapulco con su mama. Pero la niña, lindísima, dice que regresa con él. Y aprovechan para hablar del anillo y la carta, Valentina intenta convencer a su papa que como Alma ya se casó, él puede hacer lo mismo con la "otra reina": su mama, y hace una defensa de Veronica, pero Jesús le dice que no y que es algo que deben hablar Veronica y él.
De regreso a Nuevo León, Jesús se sincera con Veronica y le confiesa su amor por Alma y lo que estuvo a punto de hacer. Mientras Alma hace lo propio con Chatita, confesándole estuvo a punto de cancelar la boda y no lo hizo al ver a Jesús con Verónica y Valentina.
Y así termina este maravilloso y triste capitulo 73. Con el dolor de dos corazones que se aman, y se ven obligados a renunciar a lo que sienten.
De Fernando poco podemos descubrir que no nos tenga enamoradas: su sentimiento, sus miradas, su voz, su ternura............... su TODO. Pero Blanca si está siendo una grata sorpresa, y según avanza la novela más convence. Cuando se ríe, es pura naturalidad, cuando grita, lo hace con esa misma naturalidad, y cuando llora lo hace con verdadero sentimiento.